La Depresión Postparto es un tipo de trastorno depresivo incluido dentro de la depresión perinatal en el que la paciente sufre un episodio depresivo en las primeras doce semanas tras el parto.
La sintomatología que se observa es similar a la de la depresión mayor: tristeza, sentimientos de desesperanza y de minusvalía, insomnio, pérdida de apetito, enlentecimiento psicomotor, pensamientos recurrentes de muerte, diversos síntomas físicos (molestias digestivas, cefalea, fatiga…), ansiedad elevada, etc. Todo ello dificulta sobremanera la realización de los cuidados diarios que la madre tiene que realizar para sí misma y su bebé.
Lo más llamativo de estos cuadros es el rechazo o desapego que la madre tiene hacia su hijo, lo que le crea intensas ideas de culpa. A pesar de la creencia ampliamente extendida de que con frecuencia la paciente de depresión postparto tiene tendencia a la heteroagresión del hijo recién nacido, este hecho es anecdótico.
En los casos más complejos, el cuadro depresivo postparto se puede acompañar de clínica psicótica.
Esta entidad clínica es mucho más severa que el “Baby Blues” que un porcentaje no desdeñable de mujeres presenta en el postparto y que se caracteriza por síntomas leves ansioso-depresivos que desaparecen en máximo dos semanas tras el parto.
Se desconoce qué motiva la elevada incidencia de la depresión postparto. En las horas y días posteriores al parto se producen en el cuerpo de la mujer intensos y bruscos cambios hormonales. Dichos cambios afectan especialmente a las hormonas sexuales (estrógenos, progesterona), a la prolactina, a las hormonas tiroideas y al cortisol. Estos cambios, probablemente, tienen un papel clave en el desarrollo de los trastornos depresivos postparto.
Aunque no se puede predecir al 100% quién padecerá un trastorno depresivo postparto, sí se conocen diversos factores de riesgo, entre los que destacan:
Haber padecido previamente un episodio depresivo, especialmente si este ha sido de depresión postparto.
Padecimiento de clínica ansiosa y/o depresiva durante el embarazo.
Disponer de escaso apoyo sociofamiliar durante el embarazo.
El abordaje clínico de la depresión posparto lo suele realizar un equipo multidisciplinar formado por un psiquiatra, un pediatra y un psicólogo clínico.
Para un correcto diagnóstico, es necesario llevar a cabo una adecuada entrevista clínica con la paciente (y frecuentemente con algún allegado). La valoración de los antecedentes personales y familiares es de suma importancia en estos casos. A diferencia de otras enfermedades mentales, las pruebas complementarias no son de gran utilidad en el diagnóstico de los cuadros depresivos postparto. En todo caso, sí estaría indicada la realización de una analítica sanguínea completa para descartar trastornos físicos que puedan producir clínica depresiva.
En lo que respecta al tratamiento, lo idóneo para la paciente con depresión posparto es la combinación de un tratamiento farmacológico (principalmente antidepresivos ISRS) junto a psicoterapia cognitivo-conductual. Durante el tiempo que vaya a estar en tratamiento farmacológico, habrá que valorar la idoneidad de dar lactancia natural. Por otro lado, si la depresión posparto es grave y se acompaña de clínica psicótica, es habitualmente necesario el tratamiento con Terapia Electroconvulsiva para poder alcanzar la recuperación/remisión clínica de la paciente.
¿QUIERE SABER MÁS SOBRE LA DEPRESIÓN POSTPARTO?
Si desea conocer más profundamente sobre la depresión postparto, le recomendamos la lectura del siguiente documento:
Documento realizado por el National Institute of Mental Health (NIMH) en el que se informa sobre lo que es la depresión perinatal, sus causas, las manifestaciones clínicas y las opciones de tratamiento.
¿CÓMO RESERVAR CITA PARA LA CONSULTA DEL DR. ÁLVARO MOLEÓN?
Para RESERVAR CITA llama por teléfono al 622290407 o reserve a través de Doctoralia.
Álvaro Moleón Ruiz – Doctoralia.es